Hace años que el vídeo como líder de contenidos en Internet es mucho más que una tendencia: es una realidad indiscutible. Por ello, es fundamental que las empresas conozcan y tengan en cuenta las tendencias en formato, forma y estilo que les permitirán conseguir un mejor posicionamiento de su vídeo y una mayor aceptación entre los espectadores. Estos suelen ser los dos objetivos fundamentales a la hora de lanzar cualquier campaña de marketing o comunicación audiovisual en redes sociales.
Se confirmaron en 2019:
- Subtítulos. No sólo son un elemento fundamental para que las personas sin audición puedan entender nuestro vídeo, sino que se han convertido en un elemento fundamental para captar y retener la atención de muchos espectadores. Por ejemplo en Facebook, mientras navegamos por nuestro muro de noticias, los vídeos están silenciados por defecto y los subtítulos permiten llamar la atención sobre nuestro contenido. Además vemos muchos vídeos en entornos en los que no podemos activar el sonido sin molestar a otras personas como el trabajo o los transportes públicos, otra situación muy frecuente en la que los subtítulos son la única forma de transmitir el contenido adecuadamente. Además, otra tendencia es la progresiva desaparición de locuciones en off, sobre todo en pequeñas producciones.
- Consecuencias del uso de dispositivos móviles. Hace tiempo que el consumo de vídeo en dispositivos móviles ha superado a las pantallas de sobremesa, una tendencia que sigue acentuándose. El uso de teléfonos y tabletas para la reproducción marca también la producción. Además nos exige el uso de tipografías más grandes para que sean legibles y hacer tomas más cercanas, con menos detalle para que sean bien visualizadas también en pantallas pequeñas.
- Más cantidad y más plataformas. Sigue creciendo el volumen de vídeos producidos y consumidos en Internet, pero sobre todo siguen aumentando las plataformas y sus formatos. Prácticamente todas las redes sociales admiten ahora también el vídeo en directo.
- Mayor duración. Ésta es probablemente la tendencia prevista para 2019 que en nuestra opinión es más matizable. Las plataformas recomiendan a los usuarios poner vídeos más largos argumentando que su aceptación entre los espectadores y el consecuente posicionamiento orgánico es mayor. Pero esto puede deberse también al hecho que Facebook coloca los anuncios en medio de la reproducción y necesitan para ello que este tenga una duración de más de 3 minutos. Lo mismo que ocurre con Youtube, que sólo coloca anuncios en medio de los vídeos cuando su duración es superior a 10 minutos. Actualmente la retribución de los Youtubers depende más del tiempo de reproducción que del número de reproducciones, por lo que es más fácil conseguir 100 horas de reproducción con un vídeo largo. Para contenidos comerciales seguimos pensando que cuanto más rápido transmitimos el mensaje mejor, evitando ser pesados y que el espectador nos abandone antes de acabar.
- Atrás quedan los contenidos «RAW» o «en crudo». Poco a poco vemos menos vídeos con ese aspecto de vídeo grabado con móvil, de aficionado y con sonido e imágenes deficientes. Estos vídeos debían aportar autenticidad en su momento, pero con la evolución tecnológica y la competencia que hay, estos contenidos transmiten dejadez o falta de recursos. Están volviendo los vídeos cuidados en todos los aspectos, autoproducidos con mucha dedicación o, en el caso de los más exigentes, delegados en los profesionales de Alquimista de Ideas.
Lo que nos depara el 2020:
- Sigue el imparable crecimiento. Parece que todo el mundo se repite año tras año. «El año que viene habrá más vídeo», «el vídeo seguirá ganado importancia». Y es verdad.
- El vídeo como base para otros formatos. Esta tendencia se debe a qué el vídeo es sin duda el formato más flexible. Partiendo de un vídeo podemos crear audios para podcast, transcribir o insertar el vídeo para un post o dividirlo para microvídeos en redes sociales. Así, de un vídeo podemos crear múltiples contenidos.
- El directo y el simulcast. Siguen creciendo las posibilidades de directo en las distintas plataformas y se hará cada vez más habitual la retransmisión en directo. Al igual que en el anterior punto indicábamos que el vídeo puede servir para crear otros contenidos a partir de él, el directo puede ser simultáneo (simulcast) en diversas plataformas, tanto de vídeo como de audio, permitiendo una mayor audiencia.
- El formato vertical y el formato cuadrado han venido para quedarse. Una tendencia marcada por los dispositivos móviles y principalmente por Instagram y Facebook. Se adaptan a Instagram Story y a la vista previa de vídeos en Facebook para dispositivos móviles. Son formatos complicados de producir con calidad profesional porque no sé adaptan bien ni a las cámaras, ni a nuestro lenguaje audiovisual, pero hemos sabido adaptarnos y los resultados en audiencias son magníficos.
- Más duración vinculada sobre todo al branding: La implicación y aceptación de un contenido largo por parte del espectador es mayor que la de un contenido breve. Esto está generalmente aceptado, pero va ligado a la aportación de valor de ese contenido. Dicho de otra forma: un anuncio de 5 minutos describiendo las virtudes de la última oferta en nuestra hamburguesería favorita provocará -probablemente- rechazo y pasaremos a otro contenido en 30 segundos. Sin embargo, si esa misma hamburguesería crea un reportaje, o incluso un pequeño documental, sobre el impacto positivo de la agricultura ecológica de la cual provienen sus productos, en el entorno rural, la salud y el medio ambiente, seguramente despertará mucho más interés con los indudables beneficios para su branding.
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